Tratamiento de Logopedia y Fisioterapia en la Parálisis de Bell.
La parálisis facial se define como una alteración que puede afectar tanto al movimiento como a la sensibilidad de la cara que se produce por la afectación del nervio facial (VII par craneal). Dicha alteración puede producirse como consecuencia de una afectación a nivel neurológico, tras una cirugía o por problemas a nivel metabólico (entre otros). En otras ocasiones se producen alteraciones en la movilidad y sensibilidad facial sin que exista una causa aparente que las justifique. Este tipo de parálisis se denominan parálisis faciales idiopáticas (también conocidas como Parálisis de Bell o Parálisis Afrígore) y afectan a 20 personas de cada 100.000. Un diagnóstico precoz junto con un tratamiento adecuado influye directamente en la evolución de las secuelas que pueden producirse a medio y largo plazo.
Un equipo multidisciplinar compuesto por diferentes profesionales, entre los que se encuentran logopedas y fisioterapeutas, es el encargado de diseñar un programa de rehabilitación neuromuscular para hacer frente a las alteraciones tanto en la movilidad como en la sensibilidad perdida. Dicho programa se centrará en las características específicas y en las dificultades que presenta cada paciente poniendo el foco en la estimulación y el incremento de la fuerza y sensibilidad de la musculatura facial. Además del trabajo que se lleva a cabo durante las sesiones, es recomendable que el paciente realice a diario una serie de ejercicios específicos que previamente se entrenarán de forma muy analítica con el terapeuta, y que serán un complemento que ayudará a que la evolución sea más rápida y el tratamiento más eficaz.
A continuación, se muestra el caso de una parálisis facial idiopática. Cuando se inició el tratamiento había transcurrido un mes desde la aparición de los síntomas, durante el cual la paciente no había observado avances significativos. Diseñamos un plan terapéutico que requería un trabajo conjunto de logopedia y fisioterapia en el cual se realizó estimulación manual de la musculatura, así como una serie de actividades y ejercicios encaminados a aumentar la fuerza y movilidad de los músculos faciales afectados por la parálisis. Además de esto, se le indicó a la paciente una pauta domiciliaria que fue evolucionando en función de la mejoría observada en cada sesión, para potenciar la efectividad del tratamiento. La intervención se llevó a cabo durante cuatro semanas con una frecuencia media de dos sesiones semanales. Los resultados obtenidos pueden observarse en las siguientes fotos:
PRE TRATAMIENTO LOGOPÉDICO POST TRATAMIENTO LOGOPÉDICO