Trabajar la atención desde Terapia Ocupacional.
La Terapia Ocupacional es la disciplina que se encarga de promover la máxima independencia de la persona en las actividades de la vida diaria, ya sea entrenando dichas ocupaciones, facilitando productos de apoyo o ayudando a la persona a que promueva habilidades, hábitos y rutinas que favorezcan su interacción social y con el entorno. Muchas personas con patologías de origen neurológico presentan además dificultades en la atención, tanto en adultos (ictus, esclerosis múltiple y otras enfermedades degenerativas, Alzheimer, ataxias y otras enfermedades raras…) como en niños (parálisis cerebral, TEA/autismo, síndromes de origen genético…).
El establecimiento de rutinas de trabajo y utilizar un lenguaje concreto y preciso, hará que la persona tenga una aproximación de cómo son las intervenciones, lo que hará que no se disipe tanto y se oriente mejor. En ocasiones, puede ser necesario adaptar el entorno y liberarlo de estímulos que puedan impedir una atención sostenida (por ejemplo, si el paciente se distrae mirando los libros que tenemos colocados en una estantería, podemos colocar la sala de forma que el rabajo se encuentre orientado en otra dirección).
Finalmente, uno de los aspectos más relevantes para un trabajo específico de Terapia Ocupacional para personas que tienen dificultades en la atención consiste en conseguir mantener la motivación de la persona, lo que nos ayudará a fomentar la adherencia al tratamiento permitirá alcanzar los objetivos planteados durante el proceso de Neurorrehabilitación de forma más eficaz, para que así pueda ser más independiente en su día a día.