En el post de hoy queremos profundizar en el tratamiento del sistema orofacial a través de la Terapia Miofuncional (TMF). Para ello, debemos explicar antes algunos aspectos fundamentales sobre las estructuras musculares orofaciales, imprescindibles para el correcto funcionamiento de diversos procesos de gran relevancia en la vida de cualquier personas, desde el nacimiento hasta la vejez. Dichos procesos son los siguientes: la comunicación (tanto la verbal como la no verbal), la deglución y la respiración.
Cuando se presenta un desequilibrio en el sistema orofacial, bien sea debido a una alteración a nivel anatómico, funcional, neurológico… es fundamental realizar una exhaustiva valoración, tanto estructural como funcional (de los procesos asociados a estas estructuras). Dicha valoración nos permitirá realizar un plan de intervención individualizado para cada persona, que nos va a facilitar el abordaje de las alteraciones, con el fin último de mejorar la situación de nuestro paciente y ayudarle a que su calidad de vida sea mejor.
Entre las terapias que tratan la motricidad orofacial (el movimiento de los músculos de la cara) se encuentra la Terapia Miofuncional (TMF), que Meyer define como “el conjunto de procedimientos y técnicas utilizados para la corrección del desequilibrio muscular orofacial, la creación de nuevos patrones musculares en la deglución, la creación de patrones adecuados para la articulación de la palabra, la reducción de hábitos nocivos y el mejoramiento de la estética del paciente”. Este autor nos está hablando de varios aspectos que son fundamentales cuando se trata desde la Logopedia una alteración en la motricidad orofacial:
- La corrección de patrones inadecuados en la musculatura.
- La estimulación para que aparezcan patrones que permitan mejorar el habla.
- La reducción de hábitos nocivos (“vicios” que empeorarán las capacidades con el paso del tiempo).
- La mejora del aspecto físico (de la cara del paciente).
La intervención mediante la Terapia Miofuncional puede ser activa (participación voluntaria) o pasiva, pero siempre debe permitir realizar patrones neuromotores adecuados del sistema orofacial. Durante las sesiones de Logopedia Neurológica se utilizan diversos recursos, adaptados en cada caso particular en base a la edad del paciente, al nivel cognitivo, a los intereses individuales y al diagnóstico (e intervención) interdisciplinario. Uno de los recursos más utilizados por los terapeutas de terapia miofuncional son las denominadas praxias orofaciales. Constituyen un material con varios aspectos positivos a destacar: se pueden adaptar para personas de cualquier edad y patología; pueden utilizarse en entornos desfavorables ( p. ej: falta de recursos); suelen ser atractivos y dinámicos para los pacientes…
A continuación os dejamos un ejemplo de la aplicación de Terapia Miofuncional en un déficit de cierre labial (en reposo y deglución no existe un contacto total de labios) a través de praxias labiales. Siempre debemos tener en cuenta que la aplicación de las praxias va a estar incluida dentro de un programa de tratamiento individualizado que incluirá también otras intervenciones terapéuticas y la aplicación domiciliaria de pautas y recomendaciones para mejorar el funcionamiento de la musculatura orofacial.