La Integración sensorial se define como la capacidad que tiene nuestro sistema nervioso central (SNC) para interpretar y organizar las informaciones captadas por los diferentes órganos sensitivos. Es decir, es la capacidad del niño/a de sentir, comprender u organizar las informaciones sensoriales provenientes de su cuerpo y de su entorno. Es una herramienta complementaria que se usa para tratar las dificultades relacionadas con retrasos en el desarrollo y problemas de aprendizaje o conducta.
Las informaciones sensoriales las captamos a través de los órganos de los sentidos: vista, gusto, olfato, oído y tacto. A ellos debemos añadir otros tres menos conocidos: el sistema propioceptivo, el interoceptivo y el vestibular. Si el niño genera una respuesta inadecuada ante un estímulo (exagerada o tenue), estaremos hablando de una disfunción en la integración sensorial que puede repercutir en el desarrollo de actividades del día a día (alimentación, vestido…).
En el día de hoy hablaremos del sistema vestibular, un sistema poco conocido pero que afecta de manera directa a la participación en actividades de los niños/as. Es el sentido de movimiento de nuestro cuerpo en el espacio que permite estabilizar nuestro cuerpo durante el movimiento y su posición en el espacio.
¿Qué supone una disfunción en el sistema vestibular para los niños/as? Los dividiremos en dos categorías según su nivel de respuesta:
- Hiporresponsivos: Son aquellos que necesitan de mucha entrada información sensorial para poder responder de manera adecuada. Suelen buscar el movimiento intenso, continuo (temerarios), presentan gran dificultad para seguir el ritmo de la clase, les cuesta concentrarse, presentan movimiento continuo en la silla, esperando en la fila… y les gusta lanzarse contra objetos a propósito.
- Hiperresponsivos: Son niños que con poca entrada de información sensorial, responden de una manera exagerada. Presentan reacciones negativas a experiencias de movimiento: echarse hacia atrás, separar los pies del suelo…No le gustan actividades físicas como correr, saltar, bicicleta y suelen marearse en ascensores o transportes.
Desde Terapia Ocupacional (TO)estas respuestas con ayuda de los columpios terapéuticos. A continuación, os enseñamos algunos de los columpios de los que disponemos en nuestro centro y os explicamos para qué los usamos.
- Hamaca de lycra: Es un columpio que no tiene base, por lo tanto es un espacio inestable. Se puede sujetar en 4 puntos, 2 o 1 punto. Esto nos permite:
- Ofrecer información a nivel propioceptivo y de tacto profundo para regular la respuesta a estímulos.
- Trabajar el tono y la musculatura extensora del tronco en niños.
- Ofrecer información vestibular para regular la respuesta al mismo.
- Columpio plano de base rectangular: Este tiene base rectangular rígida, aunque acolchada, lo que permite su uso por niños que no presenten control postural. Se cuelga en 4 puntos. Nosotros lo utilizamos para:
- Ofrecer información vestibular lineal, lo que ayuda a regular estados de alerta elevados.
- Trabajar el equilibrio y el control de tronco, así como esas respuestas de equilibrio necesarias para no caerse.
- Columpio redondo de un solo punto: La base del mismo es inestable, no es rígida como el plano. Está anclado en un punto, lo que se traduce en:
- Permite realizar movimientos en todas las direcciones (lineal y rotatorio). Lo que permite regular el estado de alerta de los peques.
- Con el movimiento rotatorio trabajamos la hiperrespuesta del sistema vestibular.
- Trabajar la respuesta de equilibrio y control postural
- Base circular: Es el columpio más inestable de todos. Se ancla a un punto y se mueve en todas las direcciones (lineal y rotatorio). Busca un movimiento mucho más brusco (con mayor carga sensorial). Lo utilizamos para:
- Regular el estado de hiper/hipo alerta.
- Integración de ambos miembros superiores.
- Reacciones de equilibrio y coordinación.
- Tabla curva de madera: La usamos integrada en distintos juegos para:
- Trabajar las reacciones de equilibrio y coordinación.
- Trabajar las reacciones del sistema vestibular ante el estímulo.
Si sospechas que tu peque puede tener dificultades a este nivel, ¡no dudes en ponerte en contacto con el equipo de Terapia Ocupacional de Neuraxis para una valoración! Estaremos encantados de ayudaros.