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Me han dado el alta, ¿y ahora qué?

Volver a casa después de un accidente cerebrovascular (ACV) o ictus puede ser una transición difícil tanto para la persona que lo ha sufrido como para sus familiares y resto de entorno. Es importante tener en cuenta que este va a ser un proceso largo pero donde existen una amplia cantidad de profesionales de la neurorrehabilitación y otros ámbitos sanitarios que pueden ayudar a que sea exitoso, permitiendo a la persona recuperar el máximo grado de autonomía en base a sus capacidades.

Por ello, antes de que una persona reciba el alta hospitalaria, es una buena idea hablar con el personal sanitario sobre su ACV y el plan de tratamiento en curso. Es importante que comprenda el tipo de ictus que ha tenido y los déficits funcionales que pueda experimentar como resultado del cuadro. Es esencial que las personas comprendan qué terapias y qué seguimiento médico se realizará después de recibir el alta y como la rehabilitación puede jugar un papel clave en el proceso de rehabilitación.

Algunos consejos que os damos desde Neuraxis para ayudar al manejo de vuestro familiar o a vosotros mismos antes del alta hospitalaria o bien lo antes posible con la vuelta al domicilio son:

  • La persona afectada debe tratar de ser independiente en las actividades que realice, dentro de sus capacidades y asegurando a la vez su seguridad. Si necesita ayuda, hay que darle tiempo y no hacer nada más allá de lo necesario.
  • Antes del alta hospitalaria es deseable el asesoramiento de diferentes profesionales de la neurorehabilitación sobre cómo proceder ante las dificultades concretas que existan, qué medidas de seguridad adoptar y cómo utilizar los productos de apoyo si se necesitan. 
  • En general, fomentar que su atención vaya al lado afectado: hablar con ellos desde ese lado, colocar su entorno de forma que los estímulos se encuentren del lado afectado (si no es capaz de atender al lado afectado podemos empezar colocándonos en linea media).
  • Una correcta alineación y función de la cabeza y el tronco facilitará la funcionalidad de las extremidades. 
  • Para prevenir las complicaciones más frecuentes asociadas a la inmovilización (dolor en el miembro afectado, posturas anormales, rigideces, úlceras por presión, hinchazón en los tobillos) se aconseja:
    • No permanecer tiempos prolongados en la cama: sentarse, levantarse y caminar (con supervisión y asistencia si es necesario, siempre que sea posible). Realizar cambios posturales cada 3 o 4 horas, manteniendo la alineación corporal.
    • Mantener cuidada la piel y proteger las zonas de apoyo con el uso de colchones antiescaras, protectores de codo, talón, etc. 
    • Evitar la flexión prolongada de codos y rodillas.
    • Evitar dar tirones de los brazos, ya que puede favorecer la aparición de dolor u otros problemas articulares.
    • Si necesita para levantarse o caminar, intentaremos colocarnos por su lado afecto.
    • Evitar la postura del brazo afecto pegado al cuerpo, en flexión y sujetado con la mano sana.
  • Seleccionar ropa cómoda y de fácil colocación, para favorecer el vestido independiente de la persona así como un calzado cómodo a la par que seguro (cerrado, plano y con el ancho y largo adecuado al pie de la persona). Existen además productos de apoyo para favorecer el vestido e incluso prendas diseñadas para facilitar el mismo.
  • La adaptación del espacio físico es fundamental.
  • Fomentar las relaciones sociales (o que estas no se vean afectadas por sus limitaciones) y mantener aquellas actividades que suponen que la persona se mantenga integrada en la comunidad.  Está demostrado que una vida social activa mejora el estado psicológico del paciente y favorece la recuperación. 
  • Buscar asesoramiento para sus actividades de ocio. Puede que no pueda realizar las mismas actividades que antes del daño pero estas pueden adaptarse a su nueva situación o pueden darse alternativas similares motivantes y retantes pero accesibles.
¿Qué cambios deben realizarse en casa?

Cómo ya comentamos en entradas anteriores de nuestro blog, vivir en casa exitosamente es más probable si se realizan algunas modificaciones para satisfacer tus necesidades.

  • Seguridad → observar el domicilio y eliminar todo lo que pueda suponer un peligro. Puede ser algo tan sencillo como retirar las alfombras, comprobar la temperatura del agua de la bañera o utilizar zapatos cerrados y con suela de goma. También pueden tomarse otras medidas, como instalar pasamanos en el baño u otras zonas a fin de garantizar la seguridad y la independencia.
  • Accesibilidad → es fundamental poder moverse con libertad por la casa. Los cambios pueden incluir mover los muebles o construir una rampa para facilitar el acceso.
  • Independencia → realizar cambios en la casa para poder ser lo más independiente posible. Esto puede conllevar la incorporación de equipos especiales, como barras de apoyo o bancos de transferencia.

Si queréis saber más acerca de cómo hacer más fácil vuestra vuelta a casa o la de vuestro familiar/ ser querido no dudéis en poneros en contacto con nosotras. ¡Estaremos encantadas de poder ayudaros!