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¿Por qué son tan importantes la bipedestación y la marcha?

Dentro del proceso natural de envejecimiento o bien en la rehabilitación posterior a una lesión del sistema nervioso central (SNC) es de vital importancia mantener/recuperar la capacidad para alcanzar la bipedestación. 

La bipedestación es conocida como la acción de ponerse o permanecer de pie, pudiendo ser mediante diferentes formas, dependiendo de la capacidad de cada persona para realizarlo.

Realizar entrenamiento de bipedestación tiene múltiples beneficios para los diferentes sistemas de nuestro cuerpo: 

●     Activa el sistema circulatorio.

●     Impulsa el peristaltismo, mejorando el tránsito intestinal.

●     Mejora la propiocepción en extremidades inferiores.

●     Reduce el riesgo de subluxación de caderas.

●     Mejora del control postural y equilibrio: el control de tronco y el control cefálico.

●     Mejora la capacidad visual al aumentar el campo visual.

●     Previene alteraciones músculo-esqueléticas.

●     Previene la osteoporosis.

●     Mejora del sistema cardiorrespiratorio.

●     Mejora en el ánimo y autoestima.

●     Redunda en mayor integración social.

Lograr la bipedestación es uno de los requisitos previos para alcanzar la capacidad de marcha, ya que si no podemos ponernos de pie, no podremos caminar. 

El entrenamiento de marcha tiene como objetivo lograr este desplazamiento de la forma más autónoma posible. Todo va a depender de la capacidad funcional de cada persona, que estará condicionada también por el tipo y severidad de la lesión o patología. 

Como todo entrenamiento, es progresivo y se progresa por etapas, requiriendo dentro de cada una diferentes niveles de asistencia, ya sea de un terapeuta y/o de un dispositivo externo.

Actualmente, existe una gran variedad de dispositivos para apoyar el entrenamiento de la marcha, ofreciendo cada uno diferentes niveles de asistencia en función de las necesidades del usuario. 

  • Los dispositivos de asistencia baja están indicados para los usuarios que pueden caminar, pero aún no de forma independiente, sino que requieren aún de una ayuda para poder realizarlo, entre ellos encontramos la muleta, el bastón, el andador…
  • Por otro lado, los dispositivos de alta asistencia se utilizan cuando el usuario no realiza la marcha por sí mismo, por lo que requiere de gran ayuda para realizar el entrenamiento. Estos también se pueden complementar con un dispositivo de asistencia baja.

Dentro de los dispositivos de alta asistencia tenemos los que utilizan mecanismos de suspensión, que desgravitan parte del peso corporal, haciendo que al paciente le resulte más fácil mantenerse en posición erguida. 

El entrenamiento en suspensión permite trabajar toda la musculatura corporal con intensidades variables que son adecuadas para cualquier nivel de condición física de los usuarios.

Al regular el sistema de suspensión se cambia la dirección y la carga real que debe aguantar la persona y, por esto, es un sistema de trabajo muy variado y motivador.  El repertorio de ejercicios es muy amplio y para cada movimiento de base existen modificaciones que varían la carga y dificultan o facilitan la ejecución. El hecho de estar “colgado” facilitará al paciente el logro de actividades (la bipedestación, la marcha, la carrera, el salto…) que de otras manera resultarían imposibles o muy peligrosas. 

Funciones del sistema de suspensión

Su principal función es reducir el peso del cuerpo para facilitar el movimiento, pero ofrece otros beneficios, como son:

  • Al reducir el peso que deben soportar las piernas, la fuerza necesaria para generar un movimiento es menor. Asimismo, al ser una ayuda externa, el terapeuta queda libre para facilitar el movimiento, proporcionando calidad al mismo.
  • En el caso de personas con fuerza muscular y marcha autónoma, actúa como sistema de seguridad ante caídas; lo que permite la realización de ejercicios novedosos y de intensidad adecuada sin miedo a caerse.
  • El arnés proporciona estímulos que ayudan a localizar en qué posición se encuentra el cuerpo, mejorando la representación corporal.
  • Permite la realización de ejercicios globales y funcionales desde el primer momento, iniciándose la reeducación de la marcha de forma precoz.
  • Se puede combinar con la cinta de marcha, lo que permite el entrenamiento intensivo de forma segura. De forma directa, también se trabaja el equilibrio y fuerza muscular durante esta actividad. 
En resumen, el sistema de suspensión permite alcanzar los objetivos establecidos en menor tiempo y de forma más eficiente. Sin embargo,no debemos olvidarnos de la importancia de la intensidad en la rehabilitación de la bipedestación y de la marcha: cuantas más horas de trabajo activo se realicen, mayores serán los beneficios a corto plazo.