El paso del pañal al orinal es un proceso complicado en el que diversos factores pueden hacer que este paso sea un poco más complicado. En la entrada del día de hoy os explicaremos qué factores pueden afectar a este proceso de cambio y cómo podemos abordarlos desde el área de Terapia Ocupacional (TO).
En primer lugar, ¿por qué el servicio de TO actúa en este hito de la infancia?
- El control intestinal, así como el aseo personal, son actividades de la vida diaria. Núcleo de la TO.
- Problemas en estas áreas pueden limitar la independencia y la participación social del peque.
- Los pediatras reconocen el papel de TO para ayudar a niños que tienen problemas con el aprendizaje de la continencia.
- Los gastroenterólogos reconocen los problemas sensoriales como un factor a considerar en el estreñimiento infantil.
Ahora que ya tenemos justificada la figura del TO, ¿por qué le cuesta tanto a mi hijo/a este cambio?
Hay que dejar claro que cualquier niño/a puede tener dificultades en este cambio, no sólo aquellos que tienen un diagnóstico o un retraso en el neurodesarrollo.
La edad media de adquisición de la capacidad de ir al baño es sobre los 3 años, pero esta puede variar en función de la capacidad de aprendizaje y de percepción. En general, podemos encontrar dos tipos de dificultades.
- Niños hipersensibles: Son aquellos que no les gustan determinadas texturas, rígidos o que sólo comen determinados alimentos. Por lo tanto, van a tener problemas para la aceptación de la textura de las heces si estas son demasiado duras, ya que su tacto al salir les va a resultar desagradable.
Lo que van a hacer va a ser intentar retenerlas lo máximo que puedan, por lo que van a ser niños/as estreñidos y van a tener manchados de caca en la ropa. No quieren usar el inodoro porque saben que en el momento de la expulsión de las heces les va resultar desagradable, lo que puede ocasionar rechazo al mismo debido a la mala experiencia.
- Niños hiposensibles/problemas de percepción: Son aquellos que no perciben las ganas de ir al baño o las perciben de manera difusa. Al no percibir las ganas de ir al baño, su función intestinal funciona de manera automática, no son capaces de retener las heces para ir al baño y defecan en la ropa.
Ambos perfiles son susceptibles de tratamiento, pero ¿cómo sería el abordaje?
El abordaje sería a través de un equipo multidisciplinar tratando las áreas que están afectando la participación en esta actividad:
- Tratar con un gastroenterólogo la textura de las heces con laxantes. Hay diversos tipos y hay que encontrar el adecuado para que el niño/a tolere la textura.
- Abordar las necesidades sensoriales (hiper/hipo) para mayor aceptación y percepción de la actividad.
- Realizar un acercamiento gradual al inodoro si, por cualquier motivo, hubiera rechazo del mismo al verlo.
Es importante tener en cuenta que el primer objetivo de los niños con esta problemática es que defequen y el segundo objetivo es trabajar el dónde.
Si tienes algún peque al que le está costando el cambio del pañal al inodoro, no dudes en consultarlo con nuestro equipo de terapeutas ocupacionales. Estarán encantadas de valorar y llevar a cabo una intervención individualizada, abordando las necesidades sensoriales de vuestro peque.