A lo largo de su desarrollo psicomotor, los niños alcanzan una serie de habilidades físicas, cognitivas y sociales. Cuando hablamos del desarrollo de las capacidades motoras nos referimos a ellos como hitos motores.
Alcanzar los distintos hitos motores permite a los peques relacionarse con su entorno y explorar el mundo que los rodea. El gateo es un hito motor importante que se suele alcanzar antes de cumplir el primer año de vida.
¿Qué es el gateo?
El gateo puede definirse como un movimiento que utiliza las 4 extremidades como puntos de apoyo. Es decir, el bebé se apoya en las manos y en las rodillas mientras el tronco se mantiene elevado. El gateo más completo consistirá en mover brazo y pierna contraria de forma coordinada.
¿Por qué es importante el gateo?
El gateo tiene múltiples beneficios para nuestros peques:
- Desarrollo sensorial: le proporciona al bebé diferentes experiencias sensoriales. Potencia el sistema vestibular (importante en el equilibrio), la propiocepción (conciencia corporal), desarrollo óculo-manual y percepción de profundidad (percibir objetos en tres dimensiones).
- Juego: una mayor cantidad de movimiento y cambios posicionales durante el juego lleva a una mayor exploración, que favorece la independencia y confianza del niño.
- Habilidades ejecutivas: el gateo ayuda al bebé a mejorar la resolución de problemas, el desarrollo de la memoria, a ser capaces de llegar de un lugar a otro y mapear un área para moverse de manera independiente sobre ella.
- Habilidades motoras gruesas: fortalece los músculos y articulaciones del tronco, las caderas y los hombros, los cuales van a ser fundamentales para la marcha.
- Habilidades motoras finas: una buena posición de gateo ayuda al niño a fortalecer sus manos y dedos: esto ayudará a un mejor manejo de objetos y al juego con diferentes juguetes.
- Alimentación: al potenciar la fuerza y estabilidad en los miembros superiores facilitará que los niños se lleven el alimento a la boca por sí mismos.
- Desarrollo cerebral: permite potenciar la actividad del cuerpo calloso, la zona del cerebro por la cual los dos hemisferios cerebrales se comunican. El gateo requiere ambos lados del cuerpo para coordinarse de manera conjunta durante el mismo.
En conclusión, dominar este hito motor por parte del niño es interesante para su desarrollo más allá del aspecto motor. Cuando el peque no es capaz de desplazarse por sí mismo, presenta debilidad en la musculatura extensora del tronco o tiene otras dificultades a nivel motor, incluir el tiempo boca abajo y el gateo en el juego cobrará especial importancia.
¿Qué pasa si mi hijo no gatea?
Se puede hablar de retraso en la adquisición del gateo si este no se alcanza a cierta edad, sin embargo, normalmente es algo más complejo de abordar.
Algunos niños pueden no llegar a gatear nunca y esto no debe de ser una preocupación ni un signo de alarma. En el campo del desarrollo infantil, se habla de que algunos bebés simplemente se saltan la etapa del gateo.
¿Cuáles son las señales de alerta?
La ausencia del gateo o el retraso en su aparición no son una señal por sí mismas. Sin embargo, si vienen acompañadas de la ausencia de otros hitos motores, asímetrias o preferencias de movimiento, ausencia de interés por el entorno u otros signos de retraso en otras áreas de su desarrollo, es importante hacer una valoración de fisioterapia pediátrica.
Los fisioterapeutas pediátricos tras valorarlo, derivarán a otro profesional si es necesario, favorecerán el desarrollo del peque a través del juego, os enseñarán pautas para que les podáis ayudar desde casa y responderán vuestras preocupaciones.
Si sobre los 10 meses de edad, el peque no gatea, pero puede ponerse de pie, moverse de un lugar a otro con apoyo, culear para desplazarse o moverse mientras está acostado boca abajo, podríamos considerar que su desarrollo debería ser normotípico.
¡¡Si queréis saber más acerca del gateo o de algún otro aspecto del desarrollo psicomotor de vuestro bebé, no dudéis en poneros en contacto con nosotros!!
