La selectividad alimentaria en el niño se refiere a la tendencia a rechazar ciertos alimentos o grupos de alimentos, lo que limita la variedad de alimentos que consume. Lo cual, puede afectar negativamente en su nutrición y crecimiento. La razón por la que los niños son selectivos con su comida es muy diversa: la textura, el sabor, el olor, la apariencia o incluso por una experiencia negativa previa con un alimento.
La selectividad alimentaria es común en la infancia; puede ser causada por factores como la genética, la exposición limitada a ciertos alimentos, la influencia de los padres o la sensibilidad sensorial. Es importante destacar que no se debe a que los padres o cuidadores hayan realizado un mal trabajo durante su crianza, ni tampoco a que el niño sea caprichoso. A medida que los niños crecen y se desarrollan, la mayoría de ellos supera esta conducta y comienzan a aceptar y probar nuevos alimentos. Sin embargo, en algunos casos, persiste y puede afectar la nutrición y salud del niño. Los niños selectivos pueden no ingerir suficiente cantidad de vitaminas o minerales; necesitar alimentarse por sonda y suplementos nutricionales; o tener un escaso crecimiento y retraso de la pubertad.
Los síntomas más comunes en niños pueden incluir:
- El niño rechaza más alimentos de los que acepta. Puede llevar a tolerar únicamente 10 o 15 alimentos, evitando el resto de su alimentación.
- La variedad de alimentos que el niño acepta no se modifica en función del número de veces que sea expuesto a probar un nuevo alimento.
- Los alimentos deben ser siempre iguales y cocinados de la misma manera debido a que no toleran ni la más mínima modificación.
- Suele existir una preferencia por alimentos secos, crujientes y homogéneos (tostadas o patatas fritas, por ejemplo).
- La aversión hacia los alimentos puede hacer que el niño se sienta incómodo con tan solo pensar en ingerirlos o al tenerlos cerca.
Estos niños son criticados y juzgados frecuentemente por su comportamiento alimentario, generando en ellos una presión ambiental constante. Esto puede crear actitudes negativas hacia la comida y que el acto de comer ocasione ansiedad, incomodidad y miedo.
A continuación, se presentan una serie de consejos para ayudar a los padres a manejar la selectividad alimentaria de sus hijos:
- Presentar variedad de alimentos: los niños necesitan probar una variedad de alimentos para desarrollar sus preferencias alimentarias. Es importante presentar diferentes tipos de alimentos, texturas y sabores.
- Introducir nuevos alimentos gradualmente: no introducir demasiados alimentos nuevos a la vez. En su lugar, es mejor probar con uno nuevo cada vez y ofrecer pequeñas cantidades.
- No forzar al niño a comer: si se fuerza al niño a comer algo que no le gusta, es posible que lo rechace aún más. Deja que el niño experimente con diferentes alimentos.
- Hacer que la comida sea atractiva y divertida: se puede presentar la comida haciendo caras con los alimentos o creando platos con formas divertidas. También se puede hacer que el niño sea partícipe en la preparación de la comida para que se sienta más involucrado.
- Ser un buen ejemplo: los niños tienden a imitar a sus padres, por lo que si los adultos comen una dieta variada y saludable, es más probable que el niño lo haga también.
- Ofrecer opciones saludables: asegurarse de tener opciones disponibles, como frutas o verduras, para que el niño tenga opciones saludables a la hora de elegir.
- No ofrecer golosinas como recompensa: ofrecer dulces y postres como recompensa puede fomentar una mala relación con la comida y hacer que los niños vean los alimentos saludables como aburridos.
- Tener paciencia: la selectividad alimentaria puede tardar en desaparecer, pero con perseverancia y paciencia se puede desarrollar una dieta más variada y saludable con el tiempo.
Hay que tener en cuenta que la selectividad alimentaria puede ser un problema temporal y no necesariamente indica una deficiencia nutricional. Sin embargo, si persiste y se convierte en un problema crónico, puede ser necesario buscar la ayuda de un profesional de la salud.
En nuestro centro de Ferrol, desde las áreas de Logopedia y Terapia Ocupacional, podemos determinar cuáles son las mejores estrategias para lidiar con la selectividad alimentaria del niño con el fin de mejorar su alimentación.