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Logopedia infantil: ¿en qué nos puede ayudar un logopeda cuándo el bebé tiene dificultades en la alimentación?

Es poco conocido que desde los primeros días de vida pueden aparecer en los bebés problemas que les provoquen dificultades en su alimentación. Durante el desarrollo del embrión, en las ecografías se puede observar que el bebé ya succiona el dedo metiendo la mano en la boca. Sin embargo, este aprendizaje motor adquirido antes del parto, se pierde al nacer, con la aparición de la fuerza de la gravedad. Por ello, en algunas ocasiones encontraremos bebés que después necesitan la ayuda de la logopeda neonatal para volver a adquirirlas y resolver las dificultades que puedan tener en su alimentación.

¿QUÉ SE PUEDE OBSERVAR EN UN BEBÉ QUE SE DESARROLLA SIN DIFICULTADES?

0-3 meses

  • Tiene un reflejo de succión y controla las degluciones, coordinando una succión de pecho/biberón y una deglución.
  • Está presente el reflejo de búsqueda, náuseas y eructos.

4-6 meses

  • Desaparece el reflejo de succión y se inicia la alimentación por cuchara.
  • Al comer, el bebé cierra su labio inferior para poder retirar el alimento de la cuchara.
  • Balbuceo con vocales y consonantes (eee, aeee, prrrr, brrr).

ENTONCES, ¿CUÁNDO PUEDE NECESITAR EL BEBÉ LA AYUDA DEL LOGOPEDA NEONATAL?

Cuando es recién nacido, prematuro o no, y presenta dificultades a la hora de ganar peso, problemas con la alimentación por presencia de tos, atragantamientos, problemas con el agarre del pezón… Veamos algunos ejemplos:

  • Bebés que durante la lactancia materna tienen dificultades con el agarre del pezón/tetina y necesitan ayuda para mejorar la coordinación respiración-succión-deglución, evitar atragantamientos y ganar más peso.
  • Bebés que después de una estancia en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN) en la que necesitaron una intubación, traqueostomía, alimentación por sonda… Están preparados para recuperar la alimentación por vía oral y mejorar su sensibilidad dentro de boca.
  • Bebés que tras una cirugía para corregir una malformación (ej.: fisura palatina y/o labial) necesitan recuperar la función deglutoria y la succión, además de preparar la musculatura labial para el correcto desarrollo del habla.
  • Bebés que tienen reflujo gastroesofágico.
  • Bebés que necesitan ayuda para aprender a manejar sus secreciones (ej.: saliva, mocos o flemas).

¿EN QUÉ PUEDE AYUDARNOS EL LOGOPEDA NEONATAL PARA MEJORAR ESTAS DIFICULTADES?

Las dos cosas más importantes a tener en cuenta son: el riesgo de aspiración y el nivel de fatiga:

  • El riesgo de aspiración, porque no tienen las habilidades necesarias para hacer una deglución eficaz y segura.
  • El nivel de fatiga, porque el gasto energético que realiza es alto y pueden cansarse de realizar la succión-deglución al no tener una coordinación adecuada ni un tono muscular suficiente para funcionar correctamente.

Por tanto, el logopeda valorará la musculatura de la cara y las funciones orofaciales (succión o masticación, deglución y respiración), las alteraciones posturales (dificultad para el control de la cabeza), la presencia de reflejos primitivos orofaciales (mordida, náusea, succión, búsqueda…), los factores de enfermería (sondas, soporte de oxígeno, medicación…), y el control de secreciones.

Además, es importante recordar que el tratamiento se ha de realizar tanto en el hospital como en el momento del alta por un logopeda especializado,para así poder mantener un seguimiento y valorar si hay un retroceso o si continúa la mejoría. Es fundamental la implicación y participación de la familia para potenciar los beneficios de la recuperación.