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Lesión medular y afectación distal

Seguramente mucha gente cuando piensa en una persona con lesión medular, piensa directamente en una persona en silla de ruedas, que no puede caminar. Y esto puede ser, pero también hay lesiones medulares que van a permitir que la persona camine, con ayuda y/o adaptaciones, incluso que la mayor dificultad, funcionalmente hablando, en su día a día, se encuentre en sus brazos y manos.

Todo esto estará determinado por el grado de lesión, completa o incompleta, y no tanto por el nivel de lesión (cervical, torácica o lumbar), como se sigue pensando erróneamente en algunos casos.

En este entrada os vamos a hablar acerca de las dificultades que pueden presentar personas con lesión medular cervical incompleta que cursen con afectación distal en miembros superiores/manos, presentando alteraciones como:

  • Disminución de fuerza en los grupos musculares inervados por los niveles medulares afectados.
  • Rangos de movilidad articular disminuidos por la falta de activación muscular voluntaria (deformaciones a nivel analítico en muñeca/mano, con su consecuente alteración en la motricidad fina).
  • Rigideces y dolores musculoesqueléticos a causa de la inactividad en esos grupos musculares y complejos articulares (hombro, codo, muñeca y mano).
  • Alteración en la mecanosensibilidad del sistema nervioso periférico (hormigueo, sensación de “acorchamiento”, quemazón, etc.).

La presencia de estas alteraciones se verán reflejadas en la autonomía y funcionalidad de la persona con lesión medular en su vida diaria:

  • Motricidad fina alterada, viéndose reflejada la dificultad a la hora del vestido/desvestido (cremalleras, botones, cordones, etc.), aseo personal (lavarse el pelo, peinarse, uso del retrete, etc.), tareas domésticas (cocinar, limpiar, cuidado mascotas, etc.), laborales y/o ocio.

La mayor parte de las actividades que incluyan destreza manipulativa fina se verán perturbadas incluso habrá imposibilidad de realizar algunas si no se usa la adaptación adecuada (pautada y recomendada por un terapeuta ocupacional). Para un buen manejo de estas principales alteraciones es primordial el trabajo multidisciplinar desde el área de terapia ocupacional y fisioterapia.

Desde el área de fisioterapia nos enfocaremos principalmente, de forma individualizada en cada persona y su lesión, en:

  • Mantener los rangos articulares más cercanos a los fisiológicos, evitando rigideces y flexibilizando los tejidos periarticulares y el sistema nervioso periférico.
  • Potenciar al máximo los grupos musculares donde esté preservada la activación muscular voluntaria con un trabajo de fuerza específico y progresivo.
  • Ejercicios con el propio peso corporal.
  • Ejercicios con sistemas de poleas con diferentes pesos.
  • Ejercicios con lastres, pesas, bandas, elásticas, etc.
  • Plan de actividades/tareas que impliquen destreza manipulativa y ganancia de coordinación y fuerza a nivel distal (todo tipo de materiales con piezas pequeñas, encajar, enroscar, colocar de determinada forma, diferentes formas/tamaños/pesos, agarres diferentes, etc.)
  • Enseñar pautas de automovilización e higiene postural para el domicilio, con el fin de promover un trabajo preventivo de posibles dolores/rigideces neuromusculares y generar una adherencia a una rutina diaria.

Es importante destacar que cada lesión medular es diferente. Lo importante es ver y querer sacar el máximo potencial posible entre el fisioterapeuta y el paciente, trabajando mano a mano y queriendo ir siempre camino al éxito y al aprendizaje.