La adherencia al tratamiento, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se refiere al cambio de conductas y hábitos en función a las recomendaciones de los profesionales. Dicho de otro modo, es el propio paciente el responsable de la toma de decisiones que afectan a su propia salud. En la entrada del día de hoy, os exponemos la importancia del cumplimiento de las pautas y las dosis recomendadas para el desarrollo del óptimo plan de intervención.
Cumplir las pautas y recomendaciones de los profesionales tiene un gran impacto sobre la salud. Como os podréis imaginar, en un proceso de rehabilitación, no solo es importante el tiempo que se pasa dentro de la sesión de tratamiento, si no que el resto del día será responsabilidad del usuario y/o su entorno seguir las recomendaciones de los profesionales para poder generar un cambio en su estado de salud, desempeñando las tareas y pautas propuestas para generalizar aquello que tanto esfuerzo nos está costando conseguir en las sesiones.
Si bien es cierto, el trabajo en casa puede verse limitado por situaciones personales, familiares o socioeconómicas. Por ejemplo:
- Un estado de ánimo depresivo va a hacer que la persona no quiera involucrarse en las actividades del día a día o participar en actividades de ocio. El entorno deberá ser un apoyo muy importante que le motive a tomar responsabilidad sobre su proceso rehabilitador y participar en las actividades.
- Comprensión de las instrucciones y dificultad: Si las instrucciones son complejas o no se adaptan a las características físicas y/o cognitivas del usuario, hay muchas probabilidades de que las pautas no se sigan. Para facilitar podemos ofrecer una hoja de registro para recordar su cumplimiento con unas breves instrucciones.
- La persona que participa en el proceso de rehabilitación debe de conocer las consecuencias que conlleva la falta adherencia para, de esta manera, tomar las decisiones que considere tomando todos los aspectos en cuenta. De igual forma que la toma de decisiones es responsabilidad del usuario, la responsabilidad de los profesionales será proporcionarles la información necesaria para que conozca las implicaciones de las mismas.
- Compatibilidad entre la actividad normal del paciente y el tratamiento. Si el tratamiento interfiere en las actividades que desempeña en su día a día, es más complicado que la persona mantenga una continuidad con las sesiones marcadas.
- Por último, queremos destacar la importancia de la aceptación de la situación actual y lo que conlleva. La aceptación de un diagnóstico o de una limitación en la movilidad puede requerir de cierto tiempo.
Si no somos capaces de mantener la frecuencia acordada con el técnico o de realizar las pautas en casa, nos podemos encontrar con los siguientes inconvenientes:
- No observar cambios u observar empeoramiento del estado de salud y participación.
- Dificultad para establecer hábitos y rutinas en el hogar.
- No generalizar lo trabajado en la sesión (es decir, conseguir objetivos en las sesiones pero no aplicarlos en el día a día)
- Sobrecarga de la persona responsable de los cuidados del paciente.
- Cronificar la rehabilitación. Hacer que sea más duradera de lo que podría ser.
- Frustración (por parte del terapeuta y el paciente) por no conseguir objetivos.
Por ello, los profesionales responsables del proceso rehabilitador (fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, logopedas, neuropsicólogos, médicos) deben ofrecer, tras una valoración exhaustiva, una recomendación de cuanta frecuencia de tratamiento se necesita para cumplir los objetivos y qué pautas se deben seguir desde casa. Es muy importante para cumplir con las expectativas del tratamiento que exista una verdadera implicación por parte tanto de los profesionales como del usuario y su entorno.
Si tienes alguna dificultad para seguir las recomendaciones de los profesionales, buscaremos de forma conjunta la solución para cumplir los objetivos acordados