El desarrollo de un niño está vinculado a las interacciones que mantiene con su entorno, y el desarrollo del lenguaje entre los 0 y los 6 años es clave para llevar a cabo esta interacción de manera satisfactoria.
Hacia el primer año, los niños empiezan a articular palabras con significado, que suelen referirse a personas y objetos familiares, aunque también pueden incluir palabras de acción, descripciones, frases de ubicación y pronombres simples (por ejemplo: “mío”). A partir del segundo año, comienzan a pronunciar frases de dos o tres palabras; y entre los 3 y los 5 años, se produce un incremento del vocabulario, y las frases se vuelven más complejas, incorporando reglas gramaticales y sintácticas básicas.
Sin embargo, no todos los niños se desarrollan siguiendo esta trayectoria típica, y suelen aparecer frases como “habla tarde” o “hablará cuando quiera”. Pero, ¿qué significa realmente el término “hablante tardío” y en qué se diferencia de un niño con TEL o TDL?
Los hablantes tardíos, según la American Speech-Language-Hearing Association (ASHA) son aquellos niños que presentan “un retraso en el inicio del lenguaje sin que esté presente un diagnóstico médico específico ni un retraso en el desarrollo cognitivo o motor”. En otras palabras, son niños que tardan en desarrollar las habilidades del lenguaje, sin que ese retraso se relacione con ninguna otra área del desarrollo.
El Trastorno Específico del lenguaje (TEL) es un trastorno del neurodesarrollo que compromete a la expresión y/o a la comprensión del lenguaje oral y que no se justifica por ninguna dificultad médica (ej.: déficit auditivo, problemas neurológicos, retraso generalizado del desarrollo…). Es persistente, interfiere con el aprendizaje, y en la actualidad también se conoce como Trastorno del Desarrollo del Lenguaje (TDL).
HABLANTE TARDÍO | TEL/TDL |
Producen menos de 50 palabras. No producen frases simples de dos palabras a los 24 meses. | Presentan un vocabulario muy reducido (menos de 10 palabras). Tienden a expresarse con monosílabos (consonante-vocal) o con sílabas duplicadas. |
Comprenden lo que se les dice, incluso si no producen lenguaje verbal para responder. | No suelen comprender las órdenes verbales (ej.: “dame el zapato” o “tira la pelota”). No suelen responder a su nombre, a dos – tres palabras referidas a nombres de objetos o personas familiares, ni a palabras de acción dentro de su contexto habitual (ej: “toma”, “dame”, “ven”…). |
Utilizan gestos con más frecuencia, probablemente para compensar sus reducidas habilidades de lenguaje expresivo. | Utilizan pocos gestos para comunicarse y, si los hay, son muy limitados. Tienen poca motivación por señalar lo que les gusta o enseñarselas a los adultos. |
Tratan de imitar palabras, producir sonidos del habla, lenguaje social y juego; lo que nos indica que alcanzarán los hitos comunicativos de forma autónoma. | A partir de los 5-6 años cometen muchos errores durante el discurso: saben lo que quieren decir, pero no consiguen estructurar el discurso y enumeran lo que les pasó, en lugar de narrarlo. |
En edades tempranas, estos niños pueden compartir características con los “hablantes tardíos” (por ejemplo, tener menos de 50 palabras en su repertorio a los 24 meses o dificultades para combinar dos palabras en una frase). Sin embargo, a medida que crecen, comienzan a aparecer otras dificultades más significativas que pueden generar sospechas.
En definitiva, aunque los “hablantes tardíos” no siempre requieren intervención, es fundamental que un logopeda realice un seguimiento constante para evaluar si alcanzan un desarrollo del lenguaje óptimo. Además, si comienzan a observarse otras dificultades o si no se logra un progreso constante de manera independiente, se puede iniciar un tratamiento temprano que proporcionará a la familia las estrategias necesarias para apoyar el desarrollo del lenguaje en el entorno más cercano del niño.
Por todo ello, desde el servicio de logopedia, os animamos a que nos consultéis cualquier duda. Estamos aquí para ayudaros a identificar las dificultades y fortalezas del niño para fomentar su desarrollo.