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¿Puede ser la debilidad de la lengua un factor predictor de disfagia?

La lengua desempeña un papel fundamental en el proceso de deglución y su evaluación es uno de los factores clave cuando una persona tiene disfagia.

Entre las causas más comunes de debilidad lingual se encuentra el accidente cerebrovascular (ACV), ya que dependiendo de la ubicación de la lesión pueden verse afectadas las áreas del cerebro responsables del control lingual. Asimismo, las enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson o la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) también contribuyen a la debilidad lingual al interferir con la función motora. Por último, el envejecimiento natural atribuido a la edad puede llevar a una disminución en la fuerza y coordinación lingual, lo que afecta a su capacidad para realizar funciones como tragar o masticar.

La debilidad de la lengua puede afectar a varias fases de la deglución, como puede ser la preparación del bolo alimenticio y su desplazamiento hacia la faringe. Esto puede aumentar el riesgo de aspiración y regurgitación.

PREPARACIÓN DEL BOLO ALIMENTICIO

La lengua desempeña un papel crucial en la preparación del bolo alimenticio durante el proceso de deglución. Este proceso es esencial para asegurar que la deglución sea segura y efectiva.

El trabajo conjunto de los dientes, encías y lengua es esencial para triturar y descomponer los alimentos sólidos. A medida que masticamos, la lengua ayuda a posicionar los alimentos entre los dientes para que se descompongan en partículas más pequeñas.

Una vez los alimentos han sido triturados y mezclados con la saliva, la lengua reúne el alimento masticado en una masa compacta llamada “bolo alimenticio”. Una vez que el bolo ha sido formado en la boca y está listo para ser deglutido, la lengua comienza a empujarlos hacia la parte posterior de la cavidad oral.

DESPLAZAMIENTO DEL BOLO HACIA LA FARINGE

El desplazamiento del bolo alimenticio hacia la faringe es una etapa crítica donde la lengua juega un papel muy importante.

Tras la preparación del bolo, la lengua es la encargada de asegurar que éste sea correctamente propulsado hacia la faringe para iniciar el reflejo de deglución.

El bolo debe estar posicionado hacia la parte posterior de la lengua, en el centro de la cavidad oral, y es en ese momento cuando la lengua comienza a empujarlo mediante contracciones rítmicas de manera segura hacia la faringe.

¿CÓMO SE PUEDE SABER SI HAY DEBILIDAD LINGUAL?

El logopeda lleva a cabo una evaluación en la que examina tanto la fuerza como la movilidad y coordinación de la lengua y, además, considera su apariencia y posibles asimetrías. En paralelo, realiza una evaluación funcional para observar la capacidad del paciente para manejar diferentes consistencias alimenticias, desde líquidos hasta sólidos.

La coordinación y la fuerza de la lengua son esenciales para llevar a cabo estos procesos de manera eficiente. Cualquier alteración en el tono, la fuerza o la movilidad de la lengua puede interferir en la correcta formación del bolo alimenticio y en su desplazamiento hacia la faringe, lo que podría dar lugar a disfagia.

lengua
Asimetría lingual

En definitiva, la lengua no solo es fundamental para la masticación y la trituración de los alimentos, sino que juega un papel importante en la formación del bolo alimenticio y su preparación para la deglución.

Después de una valoración, los logopedas recomendarán tratamiento o pautas individualizadas con el objetivo de mejorar la funcionalidad lingual y reducir el riesgo de aspiración y regurgitación.