LLAMA Y PIDE CITA EN NUESTRO CENTRO DE FERROL: 881 939 195

¿Por qué no soy capaz de coordinar mis movimientos?

Según la Sociedad Española de Neurología (SEN), en España hay más de 13.000 personas que presentan algún tipo de ataxia cerebelosa.

La ataxia es una alteración motora caracterizada por la disminución de la capacidad de coordinar los movimientos voluntarios al alterar su velocidad y precisión. En realidad, la ataxia no es una enfermedad en sí misma, sino un síntoma característico de múltiples patologías (muchas de ellas progresivas) de diversas causas que alteran el funcionamiento del cerebelo (que tiene un papel importante en la coordinación y precisión de los movimientos, así como en el aprendizaje motor).

El diagnóstico de este cuadro es clínico, es decir, un neurólogo especializado ha de valorar los síntomas y signos que presenta el paciente y descartar a través de diferentes pruebas de imagen (resonancia magnética, TAC…) que no se presenta una patología de base que desencadene este cuadro.

Para ello, la valoración neurológica debe ser exhaustiva, minuciosa y centrada en la exploración de la coordinación de los movimientos voluntarios, las reacciones de equilibrio, de la marcha y los movimientos oculares, entre otros.

¿Qué características presentan las personas con ataxia?

  • Temblor durante la realización de movimientos voluntarios.
  • Alteración del tono muscular.
  • Inestabilidad al caminar.
  • Alteraciones del habla (disartria), de deglución (disfagia), de voz (tono bajo, incoordinación fonorespiratoria), de escritura, etc.
  • Alteración de los movimientos oculares que puede producir visión doble (diplopía) o sensación de movimientos de los objetos (nistagmus).
  • Dificultad para nuevos aprendizajes y recordar información.
  • Dificultad para la planificación motora.

Debemos tener en cuenta que la afectación de una estructura encargada de la coordinación y precisión de los movimientos, como es el cerebelo, hace que muchos síntomas de la ataxia se asemejen a los de estar borracho, de ahí que se relacione esta enfermedad con lo que se conoce como “marcha del borracho”. Esta marcha se caracteriza por un aumento de la anchura del paso, mirada hacia los pies, piernas rígidas y dificultad para iniciar el movimiento, entre otros.

¿Cómo puede ayudar la rehabilitación en las personas con ataxia?

  • La fisioterapia ayuda a mejorar o mantener el máximo tiempo posible si es una enfermedad degenerativa: la coordinación y el equilibrio, la calidad del movimiento, la capacidad de marcha y demás síntomas motores.
  • La terapia ocupacional sirve para  fomentar la actividad y participación en diferentes actividades de la vida como el vestido, la alimentación…
  • La logopedia puede ayudar a mejorar la comunicación y la capacidad de tragar.
  • Desde neuropsicología se trabaja para mejorar las dificultades asociadas a la enfermedad y mejorar las habilidades cognitivas. 

En la entrada de hoy, desde el área de fisioterapia, queremos recalcar la importancia de combinar la neurorrehabilitación con mantenerse activo físicamente para mejores resultados funcionales.

Se ha demostrado que la intervención de fisioterapia neurológica basada en ejercicios de equilibrio y coordinación, fuerza y entrenamiento de la marcha pueden ralentizar la progresión del deterioro funcional e incluso alcanzar, en un primer momento, una mejora de síntomas y signos como puede ser reducir el riesgo de caídas, mejorar la capacidad de marcha o favorecer una mayor estabilidad postural, entre otros. 

Las mejoras experimentadas en la capacidad motora con la aplicación de estos programas terapéuticos se basan en la capacidad de plasticidad del sistema nervioso central (capacidad para generar nuevas conexiones cerebrales después de un daño neurológico) y a nivel del cerebelo, en particular, en relación con sus funciones en el aprendizaje motor. Por otra parte, la práctica intensiva produce niveles más altos de aprendizaje, ya que, una frecuencia e intensidad significativas permiten una mejor calidad de los feedbacks sensoriales y favorece la adquisición permanente de la actividad. 

Estos programas han de ser supervisados por un profesional de la salud, neurofisioterapeuta, y adaptarse en todo momento a las necesidades específicas que presenta cada usuario.

Si queréis saber más sobre este cuadro clínico y su posible abordaje desde el campo de la neurorrehabilitación, no dudéis en consultarnos en nuestro centro, estaremos encantados de poder ayudaros.

¡Lo más importante es que el abordaje sea interdisciplinar para centrarse en las capacidades, necesidades y objetivos de cada persona!