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Cómo puedo ayudar a mi hijo con TDAH a que se concentre para estudiar

El TDAH es un trastorno del neurodesarrollo que causa un gran impacto en todos los ámbitos de la vida de un niño. Uno de ellos es el escolar, donde los problemas de atención, ya sean por inquietud motora o por inatención, hacen que sea difícil seguir el ritmo de clase, hacer las tareas en casa o concentrarse para estudiar. Este hecho, además de generar conflictos, también provoca que se vaya haciendo más grande la distancia entre lo que el niño/a aprende y el nivel de contenidos que se le exige en clase. En el post de hoy veremos algunos consejos que podemos aplicar en el hogar para mejorar la concentración y facilitar así el estudio y la realización de tareas en casa.

LAS DIFICULTADES COGNITIVAS DE UN NIÑO CON TDAH

Es importante entender en qué procesos tienen dificultades estos peques para poder comprenderlos mejor y ayudarles de forma adecuada.

A nivel cognitivo, las personas con TDAH tienen dificultades en las funciones ejecutivas, que son las que nos permiten llevar a cabo conductas dirigidas a metas, anticipando consecuencias, planificando lo que vamos a hacer, adaptándonos a los cambios y autocontrolando nuestra conducta. Son las funciones que nos permiten organizarnos mentalmente y organizar nuestra conducta. ¿Cómo explica el problema en funciones ejecutivas las dificultades en el TDAH?

  • Menor capacidad de focalizar y dirigir la atención “a voluntad”, si no que esta es muy sensible al contexto. Es decir, tienen un bajo autocontrol de hacia dónde va su atención, y esta se va con los estímulos que van apareciendo (control externo). 
  • Dificultades para distinguir la información importante de la secundaria, dispersándose y cometiendo más errores.
  • Toma de decisiones basada en pocos datos, o en los irrelevantes.
  • Rigidez a la hora de procesar y elaborar la información, lo cual hace que únicamente conciban las situaciones de una forma, o tengan un único modo de responder.
  • Pensamiento caótico y desordenado.

¿QUÉ CAMBIOS PODEMOS HACER EN CASA?

Los cambios que proponemos a continuación tienen como objetivo generar un ambiente que esté más organizado, que facilite la focalización de la atención y sirva como modelo al niño para poder copiarla a nivel mental.

  1. Ambiente de estudio tranquilo y libre de distractores. Además de ser un lugar sin ruidos, intentar que no tenga ninguna decoración. Lo que intentamos es que el espacio de estudio esté lo más libre de distractores posible, lo cual incluye: bolígrafos de colores, fotografías, una pila de libretas o libros, etc. Delante únicamente tendremos lo necesario para la tarea que estemos desarrollando en ese momento.
  2. Crear rutinas de trabajo. Necesitamos enseñarle y ayudarle a organizarse, es por ello que siempre se recomienda establecer rutinas, lo cual es aplicable también al tiempo de estudio. Tenemos que concretar el tiempo de trabajo escolar en casa y también en lugar físico donde se va llevar a cabo.
  3. Permitir descargar energía. La actividad física quema el exceso de energía de manera saludable, siendo más fácil posteriormente mantenerse en una misma tarea. 
  4. Secuenciar las tareas en pasos. Cuando las cosas pendientes son grandes es difícil tener claro por dónde comenzar y además, merman más la motivación. Es conveniente dividir las tareas en partes manejables, lo cual permitirá tener claro qué hay que hacer, ver avances y saber qué viene.
  5. Tablero de tareas. En relación con el punto anterior, si dividimos aquello que debemos hacer en pasos, sería conveniente tener un registro, donde veamos literalmente qué hay pendiente, qué está en proceso y qué logré. Esto se puede hacer escribiendo en tarjetas o post-its los pequeños objetivos o tareas y colocándolos sobre un tablero que esté dividido en 3 columnas: PENDIENTES, EN PROCESO y CONSEGUIDO. El ir moviendo las tarjetas también aportará un plus de motivación para ellos.
  6. Fomentar el pensamiento en voz alta. Para controlar que la atención se vaya con otros pensamientos y también para que sea más sencillo hacer razonamientos “de cabeza”, decir en voz alta aquello que estamos pensando es una herramienta muy útil. 
  7. Uso de alarmas. La gestión del tiempo también es un aspecto que les cuesta a los niños con TDAH. Por tanto, podemos utilizar las alarmas del teléfono para marcar cuando ha pasado ciertos minutos o una hora, y no perder la noción del tiempo. Otra alternativa es utilizarlas como recordatorio, para priorizar tareas en cada momento. 

Estas son algunas pautas generales que podrían ser útiles en casos de TDAH infantil. Si quieres recibir un asesoramiento personalizado para tu hijo/a, ¡no dudes en ponerte en contacto con nosotros!