Las férulas se han utilizado con frecuencia a lo largo de la historia para tratar diversas lesiones. Cuando hablamos de una férula nos estamos refiriendo a un dispositivo empleado para modificar las propiedades estructurales y funcionales de los sistemas neuromusculares y esquelético de manera externa. Su objetivo final no va a ser otro que el de potenciar al máximo la funcionalidad así como prevenir deformidades y dolores en la estructura abordada.
Una férula termoplástica, como su nombre indica, es un producto termoplástico hecho a medida para posicionar la extremidad. Este dispositivo tiende a ser ligero y se puede moldear para adaptarse a una parte del cuerpo. El plástico generalmente se forma calentándolo, mientras que cuando se enfría conserva esa forma si se deja o se quita. La persona responsable de confeccionarla y/o modificarla es el/la terapeuta ocupacional.
Una férula termoplástica, normalmente, presenta una sección frontal y posterior, que rodea completamente una mano o un brazo, u otra parte del cuerpo. Para su correcta elaboración, los fabricantes necesitan una evaluación del problema y el área en la que se utilizan las férulas para crear el mejor ajuste. Los objetivos específicos del tratamiento deben tenerse en cuenta así como características de la piel, como la fragilidad, las heridas y/o los problemas de circulación Los tipos de férulas que están hechas de termoplástico también pueden diseñarse para adaptarse a las estructuras anatómicas cercanas a la piel, la sensación y cualquier dolor que uno pueda tener al usarlo. Aunque existen diversas férulas prefabricadas en las ortopedias, en ocasiones, no se adaptan a las necesidades de la persona. Es por esto, que los terapeutas ocupacionales las confeccionan a medida para satisfacer y adaptarse a las necesidades y características del usuario.
Si queréis saber más sobre férulas en neurorrehabilitación: FERULAJE EN NEURORREHABILITACIÓN • Neuraxis
¿Cómo limpiar mi férula en casa?
A continuación os vamos a dar unos sencillos pasos para realizar un correcto mantenimiento y limpieza de vuestra férula en casa.Os dejamos un breve vídeo para que podáis ver cómo se hace.
- En primer lugar, revisar al día siguiente de su uso si en la piel aparecen rojeces o rozaduras para, en caso afirmativo, comentárselo a nuestro terapeuta ocupacional para que pueda modificarla.
- Quitar todas las cintas de velcro (si es posible). Se recomienda que estas se laven por lo menos 1 vez al mes a mano o en lavadora. Además, es importante revisar que tanto las cintas como los velcros estén en buen estado para soportar la tensión de los segmentos.
- Lavar la férula con agua fría, jabón neutro y con un cepillo.No usar nunca agua caliente, ya que esta puede modificar la estructura de la férula.
- No utilizar detergentes o lejías ya que pueden estropear la estructura de la férula
- Secar bien la férula antes de volver a colocarla.
- NO emplear calor para el lavado ni secado de la férula ya que puede modificar también sus propiedades. De igual manera, debemos por tanto evitar que la férula esté en contacto con fuentes de calor intensas como puede ser al sol, dentro de un coche o bien encima de una superficie que irradie calor, entre otros.
- Debemos tener en cuenta que vamos a pasar muchas horas del día con este dispositivo por lo que es fundamental que la férula se limpie con relativa frecuencia, mínimo 1 día a la semana.
- Otro aspecto fundamental a tener en cuenta es que si nuestra férula por alguna de estas razones u otra nos molesta, se ha comprimido o ya no realiza como debería su función debemos ponernos en contacto a la máxima brevedad posible con nuestro terapeuta ocupacional para que este pueda, si es posible, adaptarla de nuevo a nuestra situación o bien elaborar una nueva.
Si tenéis alguna pregunta concreta sobre la elaboración y/o mantenimiento de férulas de neurorrehabilitación, os invitamos a contactar con el equipo de terapeutas ocupacionales de nuestro centro. Estaremos encantadas de daros asesoramiento y/o nuestra asistencia si fuera necesario.