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¿CÓMO ADAPTAR MI ENTORNO PARA ADECUARLO A MI NUEVA REALIDAD?

Las personas nos movemos en una gran variedad de ambientes a lo largo del día, lo que hace necesario adaptar el entorno según donde nos encontremos. El objetivo principal la adecuación del entorno es facilitar la accesibilidad y movilidad a los usuarios que presentan algún tipo de déficit funcional o cognitivo. Para poder llevarlo a cabo es necesario conocer los productos de apoyo disponibles y con la ayuda de un equipo de profesionales en neurorrehabilitación elegir el más adecuado en cada caso.

La adecuación del entorno va a realizarse en el domicilio habitual de la persona, al ser el lugar más frecuentado por el usuario, pero no debemos olvidarnos de tener en cuenta los alrededores del domicilio, los desplazamientos cotidianos, los establecimientos que frecuenta o en el puesto de trabajo.
La accesibilidad de la vivienda se evalúa a partir de una valoración de la misma y de su entorno. Las adaptaciones planteadas han de ser útiles y necesarias para la persona destinataria, así como para su familia. En otra entrada de nuestro blog comenzamos con algunas posibles adaptaciones de la vivienda que complementan a las recomendaciones que os relatamos a continuación:

  • Si es posible, se recomienda tener todas las estancias en el mismo piso.
  • Si se hace uso de silla de ruedas hay que respetar un giro de 360º en estancias como el distribuidor, dormitorio, salón y baño.
  • Revisar si hay una iluminación adecuada y los interruptores son accesibles (altura de unos 80cm del suelo).
  • Enchufes a una altura de entre 50 y 110 cm del suelo, tener en cuenta la altura
    del telefonillo, cuadro de luz y regulador de temperatura.
  • Las puertas deben tener una anchura mínima de 80cm, bajar la altura de los
    picaportes de las ventanas y poner los teléfonos en lugares accesibles.
  • El dormitorio con cama articulada, valorable que lo sean también el cabecero y piecero para ayudar a las transferencias.
  • En el baño puerta abatible hacia el exterior o corredera, pavimento antideslizante. Lavabo regulable en altura, grifos de palanca y térmico (para evitar quemaduras), espacio libre para transferir de silla a inodoro/ducha. El espejo recomendable que sea reclinable, ducha con suelo rebajado hacia el desagüe, toallero a altura máxima de 80cm y WC a una altura de 50cm desde el nivel del suelo.
  • La cocina con un ancho mínimo de 90cm, suelo antideslizante. Si es usuario de silla de ruedas, la encimera se recomienda más baja y con un espacio mayor a 70cm para meter los pies. El tipo de cocina más segura es inducción, después vitrocerámica y la menos segura cocina de gas.

Algunos ejemplos de productos de apoyo según la estancia o actividad pueden ser:

Productos de apoyo para el baño:

  • Esponjas con mango largo para alcanzar zonas como espalda, piernas y
    pies.
  • Cepillos, brochas, peines, cuchillas con mango largo y engrosado.
  • Dispensadores de jabón fijos en la pared, más estables que un bote y más
    fáciles de usar que una pastilla.
  • Cepillos de dientes eléctricos, mejor si el cabezal es rotatorio para facilita el
    cepillado.

Productos de apoyo para la cocina

  • Una plancha resulta más estable que la sartén y la freidora más segura que
    la sartén.
  • Sujeciones para los magos de las sartenes.
  • Abrelatas eléctricos.
  • Picadora en vez de tabla de cortar y tablas preparadoras de alimentos.
  • Microondas para calentar de manera rápida y segura.
  • Mesas con ruedas o carritos para transportar alimentos de un sitio a otro.
  • Manteles antideslizantes.
  • Cubiertos con distintos engrosadores, pesos y material flexible.
  • Platos con reborde, vasos con abertura, cortapizzas a modo de cuchillo.
  • Pajitas anti-retorno.
  • Temporizadores y organizadores de tareas si a nivel cognitivo nos es
    necesario.

Productos de apoyo para las transferencias

  • Discos giratorios y tablas para facilitar las transferencias.
  • Cinturones para transferencias.
  • Cojín elevador hidráulico.

En resumidas cuentas, existen infinidad de productos y adaptaciones en la vivienda que pueden facilitar nuestra independencia y autonomía, por ello, es fundamental contactar con profesionales especializados en el campo de la neurorrehabilitación que puedan ser nuestra guía a la hora de adaptar nuestra situación ante un daño neurológico.

El terapeuta ocupacional te asesorará sobre qué producto de apoyo se adapta a ti y si es necesario, entrenará la actividad para que la realices de forma autónoma.