Una vez que volvemos a nuestra vivienda después de haber sufrido un daño neurológico, en muchas ocasiones nuestra funcionalidad, o la independencia a la hora de hacer nuestra tareas cotidianas, se ve comprometida, y lo que antes era nuestro hogar y espacio de descanso ahora se ha convertido en un circuito de obstáculos. Los escalones se han vuelto una montaña difícil de escalar, la ducha ahora es una pista de patinaje, y poder  alcanzar un bote es una tarea casi imposible. Pues bien, en esta entrada os vamos a enseñar algunas de las adaptaciones que hay disponibles para ayudarnos a desenvolvernos con más facilidad en nuestro hogar y poder llegar a ser lo más funcionales posibles.

Podemos encontrar diferentes problemáticas a la hora de poder acceder a nuestra casa: el portal es manual y pesa mucho, uno o dos escalones que me dificultan la entrada, o tengo un camino muy largo desde la entrada de mi propiedad hasta mi casa; cuando esto sucede, es necesario realizar una valoración del entorno para poder generar estrategias de accesibilidad, dependiendo de la gravedad o del origen del tipo de secuela es probable que, en algún momento necesitemos alguna adaptación.

En primer lugar, si hablamos de un domicilio o propiedad es primordial tener en cuenta los espacios que dan lugar a la misma, en este caso la entrada. Estas son algunas  de las alternativas más efectivas.

Otro gran inconveniente son las llaves. Si no tenemos la destreza, la percepción visual o la capacidad de planificar el movimiento adecuado a causa de  nuestra lesión, algunas medidas  que podríamos adoptar son:

En relación a la movilidad general por la vivienda, existen diferentes consideraciones a tomar en cuenta. En primer lugar, lo más recomendable es prescindir de  todos aquellos objetos o superficies que puedan generar perturbaciones en nuestra seguridad: muebles rodantes, alfombras, o suelos poco firmes con resaltes son los principales obstáculos que podemos encontrar en el hogar.

Una de las estancias más relevantes en nuestro día a día es el baño, y así mismo dónde puede existir un mayor compromiso si este no está adaptado a nuestras necesidades actuales. Las principales barreras que podemos encontrar son: la bañera, superficies deslizantes, inodoros muy altos o  grifos de rosca. Dependiendo del caso podría ser recomendable:

Para facilitar la movilidad en la cocina y el acceso es importante la distribución del mobiliario. Sabiendo que estos pueden servir como punto de apoyo, podemos distribuir los muebles por el espacio que tengamos disponible en forma de L o U lo cual nos permitiría en caso de desequilibrio tener alguna superficie sólida de la que echar mano. Las puertas de las alacenas, incluso del frigorífico, pueden suponer en ocasiones un desafío arduo. Un buen complemento son las asas, o las puertas correderas, o incluso una cortinilla. Otra gran contienda es la altura de los estantes, algunas veces los podremos cambiar de altura; pero si no es así, sería conveniente comenzar a distribuir las cosas que solíamos poner ahí en otro lugar.

Por último os hablaremos del dormitorio, en este lugar de la casa podremos encontrar algunas dificultades ya descritas con anterioridad, y para ellas ya tenemos algunas posibilidades y medidas que podríamos adoptar para mejorar la funcionalidad dentro de nuestro entorno. Sin embargo, resulta de vital importancia centrarnos en el elemento central de esta habitación: la cama. La cama juega un papel fundamental y pocas veces tomamos medidas correctoras a este nivel y es que el acceso a la cama tras una lesión neurológica puede convertirse en una dificultad añadida, para ello es recomendable que la altura de canapé y colchón no supere los 50 cm, de textura firme y en caso de que sea preciso, un canapé articulado en el que se regula tanto la altura como  como el grado de inclinación de la cama para hacer la incorporación más sencilla, el adecuado posicionamiento de la cama previene muchas caídas y sobre todo permite hacer las transferencias  de manera mucho más adecuada.

Cuando hablamos de nuestra casa, la gran mayoría de nosotros piensa en ella como una parte importante de nuestro día, de nuestros gustos,  de nuestra familia y de nuestro descanso y es que realmente  la vivienda podría ser un sinónimo de comodidad. Por eso es importante poder desenvolvernos en ella. Si necesitas asesoramiento, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.