¡Al agua patos! Todos estamos deseando disfrutar de las vacaciones de verano, y aunque nos merezcamos el descanso siempre podemos sacar un poco de tiempo para todo. Sobre todo cuando hablamos de algo tan importante como es mantener una rutina de vida activa, donde la actividad física tiene un papel primordial.
Y qué mejor que hacerla de una forma dinámica y diferente aprovechando todos los beneficios que nos puede ofrecer la práctica de actividad física dentro del agua. Así que preparad la piscina o la bolsa de la playa y poned en práctica algunas de las actividades que os contamos en la entrada del blog de hoy.
¿Qué nos aporta la actividad física bajo el agua?
El agua tiene diferentes propiedades que a la hora de hacer ejercicio pueden ofrecernos múltiples beneficios, ayudándonos a bajar la exigencia en algunas actividades que fuera del agua serían muy difíciles de realizar y a su vez creando en otras actividades una mayor resistencia al movimiento que fuera del agua. El factor de flotación del agua es el que más nos va a condicionar, ya que va producir que el efecto de la gravedad dentro del agua se vea disminuido.
¿En qué me puede ayudar si tengo una patología neurológica?
En patologías neurodegenerativas (Parkinson, ELA, esclerosis múltiple, etc.) y en daño cerebral adquirido (ICTUS, traumatismos craneoencefálicos, etc.) la terapia acuática puede ofrecer múltiples beneficios en los distintos síntomas que se pueden presentar, por ejemplo:
- Cuando hay una alteración perceptiva (hay zonas corporales que no sienten con normalidad y que su cerebro no las reconoce de la misma manera que el resto) el propio contacto que proporciona el agua en todo el cuerpo y la resistencia que nos ofrece, aumenta la percepción y la conciencia corporal.
- Cuando hay restricciones y rigideces en los tejidos (musculares, neurales, etc.) y consecuentemente una limitación de movilidad articular. El agua al reducir el efecto de la gravedad sobre el peso corporal va a facilitar que la movilidad dentro de ella sea más eficiente y las sensaciones de la persona sean mejores, facilitando llegar a rangos de movimiento que fuera del agua quizás por espasmos y/o dolores no fuese posible alcanzar.
- Cuando hay debilidad muscular y/o un tono muscular alterado, usar la resistencia que nos ofrece el agua añadiendo más o menos velocidad a los ejercicios o mediante el uso de distintos materiales nos permite aumentar la exigencia de una manera segura y controlada.
- Cuando hay alteraciones del equilibrio el agua proporciona un entorno seguro donde el riesgo de caídas se ve disminuido (en caso de haberlas el riesgo de lesión es menor y siempre con el uso de ayudas de flotación necesarias en cada persona) y la sensación de flotar y percibir el cuerpo menos pesado fomenta una mayor confianza para atreverse a hacer actividades más exigentes para el sistema del equilibrio.
- Mejora la capacidad cardiorrespiratoria, ya que entrenar la tolerancia a la fatiga mediante ejercicios aeróbicos dentro del agua tiene efectos positivos en la presión arterial.
¿Qué actividades puedo hacer en la playa o piscina?
Hoy queremos ofreceros un abanico de posibilidades en cuanto a actividades que se pueden hacer en el agua, centradas en diferentes partes corporales, aunque de forma indirecta dentro del agua se hace un trabajo del cuerpo en su totalidad (son ejemplos globales, que abarcan muchos aspectos y que pueden dar ideas para ponerlos en prácticas con diferentes materiales que se tengan por la piscina/playa o sin necesidad de ellos también):
- Ejemplos de actividades que incluyen trabajo de miembros inferiores/tronco:
- Caminar en el sitio o moviéndose por el agua llevando las rodillas hacia arriba en dirección al pecho.
- Caminar de lado manteniendo una buena amplitud de apertura de miembros inferiores.
- Caminar haciendo zancadas o hacerlas en el sitio sin moverse por el agua (en caso de no tener tanto espacio).
- Caminar hacia atrás.
- Sentadillas (acción de como si quisiéramos sentarnos en una silla en el agua y levantarnos).
- – Saltos hacia diferentes direcciones (hacia delante, laterales, hacia atrás, hacia arriba, etc).
- Ejemplos de actividades para miembros superiores:
- “Boxeo” bajo el agua.
- Deslizar una pelota (o cualquier material que flote y tengamos) por la superficie del agua (de forma individual con cada brazo y/o ambos a la vez). Hacia delante doblando y estirando los codos, hacia los laterales como si abrieramos los brazos en cruz, etc.
- Sumergir una pelota (o cualquier material que flote) y realizar desplazamientos en diferentes direcciones bajo el agua (más exigente para mantener la activación durante todo el rato que mantengamos el objeto hundido).
- Para incluir al tronco en la actividad, se puede sumergir la pelota y aguantarla pegada a la barriga sin que se mueva. Desde ahí, buscamos girar todo el tronco manteniendo la pelota siempre en el mismo sitio.
Todos estos ejemplos de ejercicios se pueden hacer con variantes y adaptandolos a las capacidades de cada persona: el material se puede modificar según cómo podemos agarrarlo (pelotas más grandes o más pequeñas, churros de piscina, etc), cuanta resistencia queremos que ejerza; también podemos incluir en las actividades agarrarse al bordillo u asas en la piscina o agarrarse a otra persona si estamos en la playa y lo necesitamos. Y, como siempre, si vamos a hacer los ejercicios con niños es importante motivarlos con material que les guste (pelotas o juguetes) y guiando la actividad de forma que se convierta en un juego.
Os animamos a que pongáis en práctica alguno de estos ejercicios en las vacaciones de verano y sobre todo que vosotros mismos sobre la marcha vayáis descubriendo nuevos y divertidos ejercicios acuáticos que os hagan disfrutar de unas vacaciones súper activas y saludables. ¡Feliz verano!