Mi terapia, mi hora de juego
La terapia ocupacional es una disciplina socio sanitaria que, como muchas otras, tiene diferentes ramas de actuación. Esta disciplina, se encarga de dotar a la persona, con algún déficit o alteración, de las habilidades necesarias para poder desempeñar con éxito sus ocupaciones/actividades de vida diaria.
En este caso, queremos hablaros de cómo se desarrollan algunas de las sesiones de Terapia Ocupacional con población infantil.
Antes de iniciar la intervención se realiza una valoración inicial para poder identificar las dificultades que tiene el niño y así poder diseñar un programa de intervención adecuado, en estos casos lo más habitual es que las intervenciones giren en torno al juego. A través del juego los niños adquieren conocimientos y evolucionan en su desarrollo. Además, permite transmitir valores, normas de conducta y ayuda en la resolución de problemas y conflictos.
Pensadores clásicos, como Platón y Aristoteles, ya daban gran importancia a aprender jugando. En la segunda mitad del siglo XIX aparecen las primeras teorías psicológicas en las que se considera que mediante el juego se gastan las energías sobrantes, lo que en términos relacionados con los procesos de integración sensorial del niño podría traducirse como que el juego funciona como un buen regulador sensorial.En tiempos ya más recientes, la psicología de Piaget destaca la importancia del Juego en los procesos de desarrollo y más tarde otras teorías histórico-culturales ponen énfasis en el desarrollo del niño a través del juego entre el niño y el adulto o entre ambos niños.
Para alcanzar los objetivos que se plantean se sigue un proceso lógico de aprendizaje que se inicia en las sesiones con el terapeuta, y que se da por finalizado cuando el niño está capacitado para generalizar e integrar ese aprendizaje en sus actividades de vida diaria.
Compañeros de juego en las sesiones de Terapia Ocupacional
La realidad es que a diario los terapeutas ocupacionales alcanzan una alianza terapéutica con los niños convirtiéndolos en sus compañeros de juego durante la sesión.
Cuando los objetivos que se trabajan tienen mucho que ver con las habilidades de comunicación entre iguales, respeto de turnos o normas u otros, también puede resultar muy beneficioso trabajar en parejas de iguales.
BENEFICIOS DE COMPARTIR TERAPIA CON OTRO NIÑO
- Incrementa la autoconfianza para realizar actividades: cuando un niño presenta niveles bajos de autoestima, trabajar en pareja, aunque al principio puede resultar complicado, es beneficioso si se encuentra al compañero que lo complemente.
- Los niños salen reforzados de la terapia, aumenta su autoconfianza y eso favorece que generalicen las conducta que han vivido en la terapia en su entorno habitual.
- Es un buen entrenamiento para la resolución de problemas/conflictos a través del juego cooperativo entre ambos.
- Ayuda a generalizar aspectos trabajados previamente de forma individual (respeto de turnos, frustración, otros)
- Funciona como un buen entrenamiento para las relaciones sociales. Cuando el niño presenta alguna dificultad para interactuar de forma adecuada con otros niños existen dificultades en las relaciones sociales: Nos permite en un ambiente controlado provocar situaciones similares a las que pueden suceder en el colegio o en el parque. Ponerse de acuerdo para decidir a qué jugar, cumplir las normas del juego, respetar los turnos del juego, Saber ganar o perder son algunos ejemplos.
- Al niño le resulta una actividad más lúdica y llamativa cuando es compartida con otro niño y por tanto suele aumentar la motivación para acudir a la terapia.